Noviembre 2020, Paris esta re-confinado. Es en
este contexto que la artista pluridisciplinaria Ivana Müller reflexiona sobre
sus procesos de creaciones participando del ciclo El espacio de ensayo que realiza desde principio del año el CCKirchner. Con dos videos, el
Institut français d’Argentine presenta por primera vez en el país esta artista
de origen croata que crea y produce su multifacética obra desde Paris.
La obra Reflexiones compartidas creada en abril 2020 para la Fundación
Lafayette Anticipations fue un encargo para pensar el primer confinamiento y la
reacción de cada uno frente a un encierro inesperado. A modo de ejercicio
personal, Ivana Müller plantea un intento de producir un encuentro artístico a
pesar de la distancia.
En noviembre 2020, segundo confinamiento
en París. Ivanna Müller decide
participar del ciclo El espacio de ensayo con un vidéo creado especialmente para esta ocasión. El video
es una caminata de la artista por la ciudad de París
confinada; mientras hace su recorrido diario por el barrio donde vive,
reflexiona sobre su práctica artística y sus procesos de ensayo. ‘Crear una
obra, ensayarla, es como hacer un viaje, una larga excursión. Y cuando una
trabaja en las artes colectivas, parte con todo un equipo a realizar ese viaje.
Antes de salir, nos equipamos como podemos, a veces un poco mejor, a veces con
lo que tenemos.’, dice la artista.
La obra de Ivana Müller despliega en distintos formatos una
investigación sobre la manera en la que hacemos conversación con otras
personas, con otras cosas, seres y con nosotros mismos, y cómo eso va
construyendo nuestra manera de hacer mundo. A través de sus obras coreográficas
y teatrales, performances, instalaciones, trabajos con texto,
videoconferencias, piezas sonoras, obras guiadas y trabajos digitales, Müller
da forma a los pensamientos -los íntimos y los colectivos- que atraviesan
nuestra vida cotidiana y nuestra contemporaneidad. Desde sus comienzos, fue repensando la noción
de coreografía como una ´escritura de movimiento´ en la que los espectadores
están también implicados con su mirada, sus propias ideas y su cuerpo. El
movimiento es el fluir de los pensamientos mientras miramos una obra, somos
parte de una manifestación o viajamos en
colectivo; un continuo de afectos e ideas que se vuelven cuerpo(s). Todas esas
imágenes y experiencias físicas son material para la obra de Müller,
replanteando la idea de espectáculo y de espectacularidad, de ficción y de
‘participación’ de los espectadores.
Si bien crea mediante distintas formas, el
teatro sigue siendo el principal contexto en el cual desarrolla y presenta su
trabajo. Sus obras han sido producidas y presentadas en algunos de los más
destacados teatros y festivales de Europa, Estados Unidos y Asia, en los
últimos 17 años. Asimismo, sus obras han sido mostradas en entornos de arte
visual (Bienal de Venecia 2015, entre otros).
Por medio de su práctica, ha colaborado y
colabora con artistas y teóricos como Bojana Kunst, David Weber Krebs, Andrea
Bozic, Jonas Rutgeerts, Paz Rojo, Paula Caspao, Sarah van Lamsweerde, Julien
Lacroix, Gaëlle Obiégly y muchos otros.
Desde hace varios años, Ivana Müller despliega su trabajo a través de reflexiones en torno a la ecología, imaginando los lugares de práctica artística y los teatros como ecosistemas.